El estrés es una respuesta del organismo en forma de energía frente a un cambio de situación ambiental positiva o negativa, es la capacidad de adaptación a este cambio.
Es una reacción neurológica que empieza en el cerebro: Estimula la secreción de cortisol (hormona esteroidea), presente en las glándulas suprarrenales, que a su vez activará dos zonas del cerebro:
- La corteza cerebral (alarma).
- El hipocampo del cerebro (regulación).
Hoy en día el estrés tiene una fama muy negativa pero resulta negativo solamente si es continuado en el tiempo.
Puede generar:
- Síntomas metabólicos (en los órganos, indigestión, mareos, úlcera de estómago, dolor de cabeza..)
- Físicos (tensión generalizada, hipertonicidad muscular, espasmos musculares, calambres, dolor de espalda,..)
- Emocionales (ansiedad, depresión, fatiga,..) hasta llegar a patologías más importantes si no hay prevención.
4 gestos sencillos que ayudan a regular el estrés:
- Una buena hidratación diaria a base de agua mineral, al menos 1,5 ó 2L. El agua oxigena la parte física y metabólica del organismo. Una buena hidratación permite permanecer despejado y lúcido.
- Sueño y descanso para la recuperación general.
- Actividades físicas : para eliminar las toxinas acumuladas y también salir de la rutina diaria que puede provocar el estrés.
- Ejercicios de respiración : Reserva 2-3 minutos cada día para relajar el diafragma (músculo de la respiración) y rebajar tensiones.
El trabajo del quiropráctico es ajustar las disfunciones del sistema nervioso identificando las causas y adaptando su plan.
El quiropráctico identifica la causa del estrés, aplica cuidado físico (neuro músculo esquelético), metabólico y emocional, además de consejos adecuados para recuperar el equilibrio de cuerpo y mente.