Una nueva etapa de la vida comienza: dar a luz a un niño, fruto de una feliz unión, ¡enhorabuena! El embarazo trae alegría y muchos cambios en la vida personal. Es un proceso programado y equilibrado que cambiar el cuerpo mes a mes a nivel físico, hormonal y emocional.
Estos cambios conscientes e inconscientes son más valiosos cuando están bien integrados y aceptados por el cuerpo de la mujer embarazada. Un embarazo suave y equilibrado permitirá vivirlo plenamente, tanto para la futura madre como para el recién nacido.
Hemos hablado de cambios, pero ¿cuáles son esos cambios?
SÍNTOMAS
Cambios mecánicos
El aumento de peso varía de 9 a 18 kg durante el embarazo, la mayoría de este peso se concentra en el abdomen y los senos, provocando un desplazamiento hacia delante del centro de gravedad, el aumento de la lordosis lumbar y la presión ejercida. Los abdominales se estiran hacia delante, aumentando este estiramiento a medida que pasan los meses causando una carga lumbar adicional.
Para mantener el equilibrio, el cuerpo va a crear un mayor cifosis torácica y un desplazamiento hacia delante de la cabeza, favoreciendo la tensión entre los hombros y la posible aparición de dolores de cabeza.
Cambios circulatorios, hormonales y metabólicos
Durante el embarazo, el volumen sanguíneo puede aumentar hasta un 50% para satisfacer las necesidades de la madre y el bebé, lo que puede causar inflamación, retención de líquidos (edema) e incomodidad en la zona pélvica o lumbar. Además, el aumento de peso del bebé implica limitaciones y recortes en las estructuras abdominales y torácicas, causando posibles molestias respiratorias y náuseas.
Altibajos en el estado de ánimo y emociones fuertes.
El cuerpo cambia y este cambio está directamente integrado por el sistema nervioso. Es el motor para la regulación de nuestro cuerpo físico, hormonal, emocional y la adaptación constante al medio ambiente. Las emociones fuertes son simplemente un síntoma de estos cambios, pero a veces pueden impedir el equilibrio durante el embarazo.
Acción del quiropráctico
El quiropráctico trabaja en la columna vertebral para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Las disfunciones y desajustes de la columna son muy habituales durante el embarazo debido a un desplazamiento del centro de gravedad, como hemos visto.
Los Quiroprácticos practican ajustes precisos y eficientes para acompañar al cuerpo en su estrés físico, metabólico y emocional debido a estas circunstancias. Además, es de valiosa ayuda para la correcta posición de la pelvis y así ayudar al bebé a una correcta posición de cara al parto, y facilita a la mamá el trabajo durante el mismo.
El primer objetivo es no sólo tratar los síntomas, sino recuperar el equilibrio general para un mejor y más llevadero embarazo.
De este modo, según varios estudios, hay una disminución del 50% en la necesidad de analgésicos en mujeres que eligen el cuidado quiropráctico durante el embarazo. Menos drogas médicas = menos riesgo de complicaciones.